miércoles, 9 de diciembre de 2015

4-DICIEMBRE O'PAZO. NAVIDAD

Era nada menos que nuestro segundo aniversario como grupo, ya que la Asociación Cultural la creamos en Vinoble 2014. De vuelta en el Pazo de Lugo, donde nos reunimos por primera vez, aprovechamos para resolver varias cuestiones importantes, catar algún vino que nos habían dado para este tema, celebrar las fiestas que se acercan, acordarnos de nuestro compañero Javier, que está lesionado, brindar por el numero de la lotería, etc. Pero una vez resuelto el duro trabajo, nos encontramos dos grandes sorpresas que nos pusieron en el Olimpo. Van nuestras catas a continuación.

Vermut de Lustau

Mucho carácter de Jerez. La base podría un ser cream con el toque de flor del amontillado y abundantes especias: canela, tomillo, ajenjo… Amargor discreto que, cuando se le añade hielo, limón y una gota de angostura, se equilibra a la perfección con el dulzor. Es un vermut muy interesante para coctelería.



Fino Maestro Sierra

Ligeras notas de crianza biológica donde destacan la camomila y las almendras verdes en una nariz muy campestre. Paladar fresco, seco, con un posgusto largo gracias al fino toque amargo. Muy honesto y fácil de beber, al gusto de todo el mundo.




Fino Trocadero

Se abren dos botellas, muy distintas, con humedades. Rincón sombrío de bodega, lagar, heno, fenoles. Requiere nueva cata.


Manzanilla Navazos. Bota 42. Saca de febrero 2013

Toda una sorpresa. Alta intensidad de aromas salinos, de alga Kombu, con fondos de caliza profunda, petróleo, hierbas y curry. Cuando abre se remarcan los tostados –toffe, bizcocho borracho - y los cítricos: mandarina y hoja de limonero. Una “manzanilla cortada”, según Luis Vida, por sus notas de mantequilla de avellana. En la boca es fresca, muy compleja, salina, sequísima y “texturada”. Nos dejo en la puerta del Olimpo cuando la maridamos con un tartar de atún y aguacate, de textura grasa perfectamente compatible que envolvió a la perfección su limpia sequedad. La crianza en botella le ha sentado muy bien y creemos que tiene vida para seguir mejorando.



Fino Navazos 35. Saca de junio 2012

Muy elegante y herbal (heno, romero, bergamota), de paso avellanado y etéreo. Destacan los aromas de crianza biológica, con toques de brea, algún tostado (cacao) y recuerdos de manzanas asadas, que podrían indicar que ya ha pasado su momento idóneo de frescura. Un punto curioso y leve de acidez le aporta una gran bebestibilidad. De cualquier forma, conviene seguir su evolución en botella.



Viña AB Amontillado Fino de Gonzalez Byass (años 60)

No es el vino que hoy está en el mercado sino una solera extinta que, según nuestro presidente Augusto Berutich, propietario de la botella, “pertenece a la primera serie -ya histórica- de Soleras Exclusivas que G&B presentó en subastas en Londres en los años 70 del pasado siglo. La solera primitiva del almacenista y bodeguero Antonio Botaina fue adquirida a medias con la Casa Domecq y se extinguió por agotamiento poco después. Actualmente, la bodega sigue manteniendo una solera intermedia cuya denominación es Amontillado Viña AB, sin pretensiones de mayor envejecimiento y que, con un poco de imaginación y mucha fe, podría considerarse -en el tiempo- como la 5º criadera del ya extinto y mítico vino”.

La solera data del siglo XIX y se embotelló en los años 60. Es como un Mercedes clase C, elegante, aristocrático, dinámico y vivo…extraordinario. Aromas de bergamota, calabaza asada, nueces, vainilla y cilantro sobre fondos de crianza biológica que se entremezclan con los recuerdos de barnices, maderas viejas, salazones, tabaco rubio, salsa de soja y humo. “Quizás un vino ya algo cansado, pero con una clase increíble, aristocrático”, para Alberto Coronado que confiesa que aún “le ve el fino”.



Willams & Humbert Oloroso 2001 Historic Vintage Collection

Un oloroso de añada y envejecimiento estático absolutamente peculiar y, a la vez, muy representativo de la línea de la casa. Abre en copa con notas de pegamento, botica, mucho melón Galia maduro, galletas, mermelada inglesa de naranja y té negro. Se insinúan atisbos de levadura de flor a lo lejos. En boca es fresco y tiene cierta corpulencia, muy del estilo de un palo cortado, con unas maneras muy finas, casi inéditas en este estilo y que hablan de un mosto de primera calidad. Estructura de gran vino con alcohol invisible a pesar sus 20,5% y una boca muy fina, larga y tierna, con tacto de bota y aromas de avellana, nuez, especias exóticas y tabaco sobre fondo calizo.




Ánsar Real GF Amontillado 1/21.

Botella histórica donada  por un miembro de la familia Florido, poseedor de una bota de esta solera. La botella, de hecho, es una saca hecha ex profeso para poder catarla . Es otro vino fuera del mercado, aunque es posible que reaparezca la marca en el mercado.

Éste era un vino que contaba ya con unos 120 años de vejez media cuando cerró la bodega, en torno al año 2000 y su solera procede de 1887. “Mucho vino en poco espacio. Las notas más acusadas de un amontillado viejo se concentran”, para Augusto Berutich. Potente grado alcohólico que potencia las notas salinas y el amargor en un paladar enormemente umami. “Es el proceso normal que ocurre en las soleras que no se refrescan, las que abrumaban la los antiguos comerciantes ingleses”. Humo, cacao, mucho yodo, con “recuerdos de ampollas de hierro y disolvente, gracias a todos los alcoholes superiores”. Con tiempo en la copa, va marcando las notas de frutos secos –almendra, avellana, nuez- y una punta de azahar. “Un perfecto vino para grandes cabeceos”, para Javier Vázquez.




Por nuestra parte, los Generosos esperamos seguir disfrutando de los vinos de Jerez y otras tierras por muchos años y profundizando en la investigación y divulgación de sus maridajes y sus viejas y nuevas soleras y tendencias.

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